Regulación del uso público en zonas de ribera
Con el objetivo de complementar localmente las acciones del proyecto LIFE ALNUS, una de las acciones contempladas es la regulación de los usos recreativos entorno a los espacios fluviales, mejorando la gobernanza del hábitat a largo plazo, con el objetivo de regular las presiones hacia los espacios de ribera.
En el caso del Ter, en Osona, río que transcurre por una región muy humanizada, a grandes rasgos, el paisaje se encuentra dominado por actividades agrarias e industriales, y por algunas áreas urbanas densamente pobladas. Las riberas fluviales han estado siempre muy utilizadas por los habitantes, entre otros usos, para el aprovechamiento de la madera de plantaciones de árboles de ribera, la pesca y la horticultura. Algunos tramos han tenido menos influencia humana y se consideran puntos o tramos de referencia, que hay que conservar e intentar imitar al resto del territorio. Así pues, el río Ter ha sido un espacio muy utilizado por los vecinos como lugar de actividades sociales. En estos espacios, por lo tanto, conviven distintos usos lúdicos: el paseo que sigue el camino Vora Ter GR-210, a pie o en BTT y la pesca deportiva de ciprínidos, entre otros. La mejora del acceso al río, así como el aumento de las actividades que se llevan a cabo y la gran variedad de usuarios, hace que sea necesario realizar una ordenación de los usos tanto para compatibilizarlos entre ellos como para asegurar la protección y mejora de los sistemas naturales fluviales.
La gobernanza fluvial como herramienta de protección y ordenación de los espacios fluviales de nuestra casa.