Remarcaje de madera muerta en el Ter

13 de octubre de 2021

Con relación al seguimiento del nuestro “Protocolo de desplazamiento de madera muerta en espacios fluviales en concas mediterráneas”, continuamos con el remarcaje de los restos leñosos que nos servirán como herramienta de control para poder ofrecer, a la larga, posibles soluciones basades en la naturaleza des de un enfoque innovador.
Los grandes restos leñosos influyen en la morfología de los ríos y en los procesos de erosión y retención de sedimentos, creando grandes áreas de sedimentación. Contribuyen en la disipación de los efectos de las crecidas al disipar parte de la energía del flujo del agua, al mismo tiempo que retienen sólidos y partículas en suspensión. Forman parte del sistema fluvial y contribuyen a su biodiversidad como microhábitats, así como a la retención del carbono en el suelo. No obstante, la acumulación de madera muerta en los ríos aumenta el riesgo de daños a infraestructuras (como puentes o diques) y de causar un aumento de los desbordamientos.

Para evaluar los posibles efectos en la geomorfología de los ríos, es importante entender la distribución de la madera en estos, sus movimientos y el tiempo de permanencia en su lugar.

Entender la dinámica de movilización de la madera muerta en riberas y lechos fluviales permitirá elaborar orientaciones de como gestionar la para mantener o potenciar la dinámica ecológica de los ríos y, a su vez, disminuir los riesgos para las infraestructuras. Esta necesidad es prioritaria, especialmente, en los casos de grandes cúmulos de madera muerta producida por las crecidas extraordinarias. En estas situaciones, la gestión típica suele ser la retirada sistemática de la madera, sin atender a criterios ecológicos en aquellos lugares donde no suponga un riesgo significativo para las infraestructuras fluviales. Des de las crecidas del Gloria en el 2020, no ha habido ninguna otra crecida que haya movilizado los elementos que tenemos marcados. ¡Paciencia y agua!

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